La maestra Garrido, recientemente galardonada con el premio Ohtli, que otorga anualmente el Instituto de los Mexicanos en el Exterior a los mexicanos que se han distinguido por realizar actividades en favor del bienestar de los mexicanos fuera del país, es pasante del Doctorado en Historia del Arte (UNAM); fue miembro del Consejo Universitario de la UNAM (1988-1993); docente de Historia del Arte en el Centro de Enseñanza para Extranjeros de la UNAM (desde 1980), en el Instituto Tecnológico Equinoccial (Quito, Ecuador) y en otras prestigiosas instituciones y universidades; es autora de libros y de numerosos artículos sobre arte mexicano y chicano; conferencista y curadora de importantes exposiciones nacionales e internacionales.
Ante un interesado público no sólo de origen mexicano sino también latinoamericano y canadiense, la maestra Garrido destacó en su conferencia en la UNAM-ESECA que las artes plásticas son un medio de persuasión al servicio de determinada ideología y doctrina, de tal modo que en el pintura de historia no hay dos representaciones idénticas del mismo personaje, ya que "si bien existen maneras convencionales de representación, cada artista tiene su propia imagen de los distintos héroes y una postura determinada frente a ellos que casi siempre comparte con un grupo o con una corriente ideológica, y que encierra un punto de vista determinado respecto a la Historia."
En este sentido, el personaje de la historia de México que quizá ha sido más representado en las artes plásticas --de acuerdo con lo expresado por la Directora de la UNAM-ESECA-- es Miguel Hidalgo y Costilla (1753-1811), figura por la que confiesa sentirse atraída, y es el motivo por el que centró su conferencia en el examen de algunas de las imágenes que se han realizado de este héroe en las artes plásticas, principalmente en la pintura y el grabado.
Las imágenes que analizó la maestra Garrido fueron un grabado de Claudio Linati publicado en el periódico El Iris en 1826, en el que Hidalgo aparece dotado de un caracter épico; una pintura anónima en la que se destaca más drama que epopeya; un retrato hecho por Joaquín Ramírez en 1865, auspiciado por Maximiliano, en el que se pone énfasis no en la fuerza guerrera del héroe sino en su avanzada edad y en su pensamiento liberal. En la pintura Hidalgo después de la batalla del Monte de las Cruces de Antonio Fabrés se aprecia un carácter triunfalista y efectista dentro del cauce oficial de los últimos años del Porfiriato.
En la pintura mural mexicana, desde los años veinte hasta los sesenta, "Hidalgo no solamente será republicano, liberal y democrático sino también apóstol de la lucha social, el centro de nuestra historia." Dentro de esta corriente, la maestra Garrido examinó con detalle pinturas de Diego Rivera, José Clemente Orozco, para detenerse finalmente en el Retablo de la Independencia, que pintó Juan O´Gorman en 1960-1961.
Al término de la conferencia se abrió una sesión de preguntas con el fin de resolver las dudas que pudieron surgir durante la interesante exposición que hizo la maestra Garrido.
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