LA REDACCIóN
MÉXICO, D.F., 7 de agosto (apro).- Elementos del Ejército mexicano aseguraron en el poblado Las Trancas, municipio de Tamazula, Durango, un complejo de laboratorios de drogas sintéticas de más de 240 hectáreas de extensión, considerado el más grande en la historia de las drogas en el país. De acuerdo con información difundida por la agencia de noticias y publicidad Yancuic, el complejo consta de 22 edificaciones de distintos tamaños, entre las que se encuentran bodegas, habitaciones y laboratorios."La nave de producción podría ser, por su tamaño y complejidad, una de las más grandes del mundo", relató el reportero Luis Ernesto Lozano.En el lugar los militares encontraron 164 tambos de 200 litros de capacidad, la mayoría, llenos con diversos productos químicos utilizados para la producción de la droga conocida como ice, del cual se localizaron 20 kilogramos en pureza total.Según la nota del reportero Lozano, el "narcolaboratorio" también servía como centro de acopio de marihuana, de la cual se encontraron 10 toneladas.Aunque ninguna persona fue detenida, durante el operativo también fueron aseguradas seis camionetas, 10 cuatrimotos, seis camionetas tipo pick up de modelo reciente, además de una retroexcavadora y un vehículo equipado para la instalación de redes eléctricas. Así mismo, se decomisaron 13 armas largas, la mayoría AK-47, más de 500 cartuchos útiles, diez equipos de telefonía celular y varios radios de intercomunicación. Como vestimenta utilizaban pantalones y camisas camufladas.Se estima que en el lugar laboraban al menos 100 personas.El complejo tiene tres cocinas, dos lavanderías y varios dormitorios. Una decena de estos últimos cuentan con todas las características de una habitación de lujo: baño completo, sistema de televisión satelital con pantallas de plasma, camas matrimoniales, servicio telefónico, frigobar y sistema de ventilación. Habrían sido las utilizadas por supervisores y jefes de área.También se construyeron cinco casas de alojamiento para personal de seguridad, varios depósitos de agua en puntos elevados, tres antenas de comunicación y el mismo número de nodos para recibir internet satelital.En el punto más alejado del área asegurada fue construida una residencia para el jefe del complejo –en su momento era ocupada por líderes del cártel de Sinaloa, según lugareños-. Es una vivienda con todos los servicios en la que, a diferencia de las habitaciones de los supervisores, se contaba con todo lo necesario para estancias largas.Con dos habitaciones, dos baños, una cocina y un balcón, en su interior había dos bicicletas estacionarias, algunas pesas de gimnasio, un telescopio, televisiones con servicio satelital y camas matrimoniales, era el sitio de mayor lujo en todo el complejo. Ahí había un catálogo con fotografías de mujeres de todas las nacionalidades, que presuntamente prestan sexoservicio. Salvo la casa del jefe del complejo, la totalidad de las edificaciones se construyeron en zonas arboladas; bajo éstos se resguardaban de las inspecciones aéreas. En muros y techo, incluso, se adornaron con desperdicios de vegetales para hacerlas inapreciables a mediana distancia.El funcionamiento del complejo está respaldado por tres plantas generadoras de energía eléctrica que funcionan a base de combustible; el poder de éstas permite, incluso, que absolutamente todas las instalaciones cuenten con iluminación y ventilación. Con su electricidad también operaban bombas para la distribución de agua potable en toda la montaña.
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