El pozo de los deseos reprimidos.
Por Álvaro Cueva.
Ayer fue un día importante para este país. Yo pensé que la televisión se iba a paralizar cubriendo el evento del cuarto año de gobierno de Felipe Calderón y la toma de protesta de Gabino Cué como Gobernador de Oaxaca. Pero no, salvo Milenio Televisión, nadie estuvo ahí, nadie invirtió, nadie le echó ganas.
Esto es brutal porque define, con una claridad que molesta, lo que está pasando en México en materia de comunicación. Y ni modo que enlazarse al evento de Calderón representara un peligro para nuestras televisoras por las amenazas del crimen organizado.
Y ni modo que transmitir el evento de Gabino Cué hubiera sido un atentado contra los valores de nuestras sacrosantas televisoras. No había pretexto.
Ayer no pasó nada en la mayoría de los canales de televisión de nuestro país porque sus cabezas no quisieron que pasara, porque sus cabezas no vieron ahí algo que les conviniera. Calderón hablaba y en El Canal de las Estrellas, Azteca 13 y Cadenatres la nota eran sus bonitos programas matutinos. Gabino Cué cambiaba la historia de Oaxaca y en FOROtv la noticia eran los bordados de los trajes de charro, y en CNN en Español, unos “tips” para vivir “seguro”.
¿Así o más descarado? ¿Para qué queremos canales de televisión que no nos dicen lo que está pasando? ¿Para qué queremos sistemas informativos que no nos informan? Con razón cada vez hay más gente que prefiere informarse a través de las redes sociales.
La tendencia, en nuestra pantalla, es que los noticiarios sólo digan lo que beneficia a las empresas que representan y que los sistemas informativos peleen por el “rating” con cualquier cosa menos con información.
Y aquí yo sí quiero felicitar y darle las gracias a Milenio Televisión porque fue el único canal nacional en estar donde tenía que estar, en decir lo que tenía que decir, sin importar intereses, sin importar frivolidades. Sus directivos, antes que nadie, amarraron su señal con el “Diálogo IV Años de Gobierno” de Felipe Calderón y nos dejaron escuchar, nos dejaron entender, nos informaron.
Privilegiaron a Felipe Calderón sobre Gabino Cue. Por si esto no hubiera sido suficiente, a las 10:29 horas mostraron las primeras imágenes de lo que estaba pasando en Oaxaca, en vivo, con Gabino Cué. Al minuto siguiente, como si se tratara de una broma, FOROtv apenas comentó, en unas cuantas frases (en el “Resumen informativo” de Santos Bris en “Matutino Express”) que Felipe Calderón estaba teniendo un evento de aniversario.
Lo de Gabino Cué no se mencionó, no existió, no fue nota.
La nueva campaña de imagen y responsabilidad social de Televisa, sí. Eso sí fue importante. A las 10:38 Milenio Televisión se enlazó por completo con la toma de protesta de Gabino Cué y nos dimos cuenta de algo: el evento estuvo excelentemente bien producido en términos de televisión. Las cámaras fueron colocadas con maestría, el sonido era fabuloso, la dirección de cámaras nos permitió ver, con ritmo, lo que pasaba en el escenario más las reacciones del público de diferentes partidos políticos.
La suma de esto más lo que acabábamos de ver con Felipe Calderón le dio a Milenio Televisión una dimensión increíble de democracia y equidad. Fue muy grato estar ahí. A las 10:48, Milenio Televisión se fue a corte y a las 10:50 regresó a una pantalla dividida donde de un lado estaba el evento de Calderón y del otro, el de Oaxaca.
Como ya se había estado con Gabino Cué, el siguiente bloque se le dedicó a Felipe Calderón. ¡Guau! ¡Qué éxito! ¡Qué sensatez! A las 10:58, en un resumen noticioso, pero de FOROtv, se mencionó que algunos estados estaban “estrenando gobernador”. Punto. Nada más. Dos minutos después comenzó “Las noticias de las 11:00” que se amarró durante 12 minutos a “Diálogo IV Años de Gobierno”.
¡Pero ya para qué! ¡Ya todo se había dicho! Imagínese usted que de lo poco que se enteró el público de este sistema informativo de Televisa fue de la pregunta del embajador de Haití cuando lo fundamental de ese evento eran los cuatro años de la administración de Calderón. No, pero espérese, lo delicado fue que a las 11:15 se dio la nota de Gabino Cué, perdida en la inmensidad de un montón de estímulos. ¿Sabe usted cuánto duró? 10 segundos. Sólo se le dieron 10 segundos a uno de los dos eventos políticos más importantes del día. ¡10 segundos para el gobernador aliancista de Oaxaca contra 12 minutos para Felipe Calderón!
No es que uno sea “sospechosista” pero no hay manera de no interpretar que aquí los criterios editoriales tuvieron otras intenciones. Primero, minimizar tanto al presidente panista como al gobernador aliancista. Después, privilegiar a Felipe Calderón sobre Gabino Cué. Y por último, aniquilar el impacto del evento de Oaxaca. Luego el pleito Televisa vs Proceso.
¿Usted qué piensa de esto? ¿Está de acuerdo? ¿Así es como se deben manejar las notas? ¿Podemos hablar del comienzo de un cerco informativo contra Gabino Cué?
acueva@milenio.com. http://impreso.milenio.com/node/8874548
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